Urgencias colapsadas, falta de personal y material sanitario, camas insuficientes… La crisis del coronavirus ha dejado en evidencia lo destructivos que fueron los recortes en sanidad que asolaron España desde la crisis económica del 2008. Fueron entonces muchos quienes alzaron la voz para denunciar sus consecuencias; somos todas y todos quienes las sufrimos ahora.
Fuente: elaboración propia a partir de datos de Expansión
En 2018 en España el gasto del PIB que se destinó a la sanidad fue más bajo que en 2009, justo al inicio de la crisis y el año en el que empezaron los recortes. Eso significa que, porcentualmente, se destinan menos recursos que hace una década a algo tan básico y esencial como es la sanidad y la salud de la ciudadanía. Pero esto no fue algo exclusivo del gobierno del Partido Popular: en Catalunya, la sanidad perdió 2.400 profesionales y más de 1.100 camas hospitalarias durante los gobiernos de Artur Mas.
Esto se traduce en lo que estamos viendo hoy: salas de urgencias abarrotadas de enfermos, personal sanitario sin material para poder tratar a los pacientes ni para poder protegerse frente al virus, personas contagiadas derivadas de la sanidad pública a la privada y profesionales sanitarios jubilados teniendo que volver a trabajar para suplir la falta de personal.
En Montornès en Comú hemos defendido siempre y siempre defenderemos la sanidad pública como la única forma de garantizar la salud del conjunto de la ciudadanía y unas condiciones laborales dignas para todos los profesionales del sector. Porque lo que estamos viendo hoy no es más que una situación agudizada de algo que desde diversos sectores se viene denunciando. Lo que estamos viendo pone en evidencia las carencias crónicas de un sector que ha sufrido unos recortes injustos y peligrosos. Apostamos y apostaremos por una salud pública, gratuita, universal y de calidad. Para todas, para todos, lo mejor.
