Nos ha llevado más de 4 años poder decir que la obra de la urbanización del barrio de Can Xec ya está prácticamente acabada. Desde el comienzo nos hemos situado al lado de los vecinos y escuchamos sus peticiones para hacer las modificaciones necesarias. Esta unión nos ha aportado las garantías necesarias para superar los contratiempos.
Somos conscientes de que afrontar el coste de una urbanización supone un esfuerzo económico, y por eso hemos optado por facilitar las condiciones de pago tanto como ha sido posible y de acuerdo con lo que los vecinos nos han pedir.
La obra ha finalizado cuatro meses antes de lo previsto por la empresa adjudicataria. De hecho, a principios de enero acabó la parte más importante: las aceras, el asfalto, el alcantarillado y los servicios. Estamos a la espera de que las compañías de luz y telefonía retiren los puestos de las calles para hacer los últimos acabados y declarar el final de obra.
Se mire por donde se mire, independientemente de las opiniones y las confusiones que se quieran generar hacia este proyecto, el resultado es la urbanización de un área del municipio que llevaba pendiente más de treinta años. Además, no estaba declarada como zona urbanizable, no tenía ningún área de cultivo ni de otra catalogación urbanística que abaratara o encareciera el proyecto.
Aun con algunas trabas, la urbanización ha finalizado con unas calidades correctas y ajustadas al proyecto, que fue revisado por los mismos vecinos y vecinas. Además, también se ha ajustado a las normativas y al presupuesto que se previeron inicialmente.
A pesar de tener encarado el final de la urbanización de Can Xec, no nos paramos y hemos empezado el trámite final para iniciar las obras para urbanizar la calle de l’Atmeller y el barrio del Telègraf-Casablanca.