Recién empezado este atípico curso escolar, en el cual se ha hecho más que patente el daño de los recortes en la educación pública de los últimos años por parte de los gobiernos conservadores en Catalunya y España, es importante echar una pequeña mirada al pasado más reciente y recordar la histórica huelga general por la educación pública que se hizo en Montornès del Vallès en septiembre del año 1979.
Desde hacía ya muchos años, pero con especial ahínco en el curso 78/79, los vecinos de Montornès (especialmente las asociaciones de vecinos y AMPAs) estaban batallando por la creación de una nueva escuela pública en el pueblo proyectada hacía un lustro pero todavía sin construir, por el aumento de profesorado y por la reducción de alumnos por clase. No sirvieron ni las solicitudes formales, ni las recogidas de firmas ni, incluso, una ocupación simbólica de la delegación provincial de educación. Padres, madres, asociaciones de vecinos, sindicatos y partidos de izquierda decidieron entonces ir a la huelga en septiembre del 79.
Desde los días previos la tarea de los sindicatos para el paro masivo en todas las fábricas del polígono industrial Riera-Marsà fue encomiable, así como la importante tarea pedagógica con la ciudadanía y comerciantes del municipio tanto de AAVV como de AMPAs para el paro total del municipios. Y, cómo no, la ciudadanía y la clase trabajadora de Montornès respondió, y de qué forma. Aquel 19 de septiembre el municipio amaneció con innumerables piquetes informativos recorriendo las fábricas y calles llamando al paro general, se cortaron las carreteras que pasaban por Montornès y se hicieron innumerables asambleas y manifestaciones. Incluso el gobierno municipal, encabezado entonces por el comunista Félix Montero y algunos concejales de la oposición, se encerraron en el ayuntamiento en solidaridad con la huelga.
Paró casi la totalidad de la industria del polígono industrial Riera-Marsà, todo el comercio y servicios públicos y las calles fueron tomadas por la ciudadanía en multitudinarias asambleas. El éxito fue tal que hasta la dotación de Guardia Civil llamada para impedir disturbios abandonó el municipio al ordenárselo el propio alcalde. La huelga, concebida para ser sectorial, fue una auténtica huelga general y convocada únicamente en nuestro municipio. Y, de nuevo, se demostró que la lucha y la toma masiva de la calle por parte de la clase trabajadora tiene su efecto. A los pocos días salieron nombrados todos los profesores que faltaban y algunos más de cara al presente curso, con lo cual se logró el objetivo de reducir la ratio de alumnos por profesor y, además, se dotó del presupuesto necesario para construir, por fin, una nueva escuela en el municipio: la actual escuela Can Parera.
Fue de nuevo en unas condiciones difíciles que aquella generación de imprescindibles luchadores que nos trajeron la democracia y tantísimos derechos sociales volvieron a lograr algo histórico: el triunfo de una huelga general en un pequeño municipio a base de organización y unidad en la lucha. Y todo por algo tan básico y universal como la educación pública y de calidad.
